>> Doug Peach: Greetings, everyone. I’m Doug Peach, Folklife Specialist at the American Folklife Center at the Library of Congress. We are here in the Coolidge Auditorium today. I am so glad to be with a wonderful musician, composer, and accordion player Alejandro Brittes, who is coming to us from Argentina. We are going to have a conversation today about his life, about his music, and about the musical genre for which he is most known, which is chamamé. This evening, Alejandro is going to be performing with his quartet here on-stage. For those of you watching, if you would like to see the performance, please go to the YouTube page of the Library of Congress or you can go to the blog of the American Folklife Center, which is called Folklife Today and search for “Alejandro Brittes.” That is B-R-I-T-T-E-S. A couple of housekeeping items for today– Alejandro and I are going to be speaking in Spanish. So, if you don’t speak Spanish or maybe your Spanish is a little rusty, know that there is going to be a transcript and also a translation of today’s conversation, that is going to be available there on that YouTube page and also the Folklife Today blog. So, with that, let’s go ahead and get started. Alejandro, bienvenidos y gracias por estar con nosotros acá en la Biblioteca de Congreso. >> Alejandro Brittes: Bueno, muchísimas gracias. Nosotros estamos contentos y tenemos el honor de poder estar aquí por primera vez y poder traer esta música que amamos, que nos representa, que nos identifique, y nos hace sentir hermanos – que es lo que van a sentir esta noche aquí. Así que, bueno, muchísimas gracias >> Doug Peach: Es un honor para nosotros. Bueno, empecemos al principio, ¿no? >> Alejandro Brittes: Pero ¿cómo no? >> Doug Peach: Vos venís de una familia chamamecera ¿no? ¿Puedes contarnos sobre tus padres y su relación con la música? >> Alejandro Brittes: Bueno, mis padres nacieron en la provincia de Corrientes – que es la cuna del chamamé . Entonces la provincia de Corrientes, mi mamá nació en Santo Tomé que [es en la] frontera con São Borja, Brasil. Y, papá nació en el centro de la provincia que se llama Perugorría. Ellos se conocieron ya en Buenos Aires, como varias personas, fueron a trabajar a la gran ciudad, a Buenos Aires. Se conocieron allá, se casaron allá y yo soy el primogénito, después está mi hermana, Irene. Mis padres son chamameceros. Entonces, en mi casa, se respiraba el chamamé. Las comidas típicas, la música, obviamente, y no solo eso. Sino, mi mamá tenía un programa de radio de chamamé y mi papá fue empresario de los músicos que venían del interior para Capital Federal en los años ochenta y los noventa. Entonces, tuve el privilegio también de, por el intermedio de ellos estar rodeado todo tiempo de diferentes artistas, muchos de ellos proceres de nuestra música. >> Douglas Peach: Bueno, en este contexto, ¿puedes describir un domingo familiar o un encuentro musical en tu casa? ¿Cómo era la comida, la música? ¿Me puedes traer a este momento en tu casa? >> Alejandro Brittes: Bueno, siempre todo una mañana ya se empieza con música. La música estaba presente -- o una radio pasando música o, en esa época, un tenían un Winco ¿sí? un disco [de] vinilo. Mi vieja cocinaba, seguramente. O, a veces había empanadas, o, a veces en el invierno, un locro o un mondongo. Y, obviamente nunca falta el asado, ¿no? la carne asada. Siempre escuchando anécdotas de mi familia, siempre porque mis abuelos eran gente del campo – gauchos – tanto abuelos como abuelas. Entonces hay muchas anécdotas que fueron pintando esa imagen que ya no viví ese paisaje de campo, esas historias, que fueron llenando mi imaginación y que siempre me hicieron muy cerca de la provincia de Corrientes siendo que yo nací en Buenos Aires. Entonces, bueno, más o menos era eso, un fin de semana . . . a veces vienen amigos, o parientes, porque somos personas de abrir las puertas de la casa y compartir lo que tenemos. Es un privilegio siempre para nosotros poder estar compartiendo y dividiendo no solo la mesa sino también la amistad, el amor entre hermanos, entre amigos, y la música siempre haciendo, vamos a decir, dando liga a todo eso. >> Doug Peach: Bueno, con respeto a la música, ¿cuándo y por qué tomaste la decisión de dedicar su carrera a la música? >> Alejandro Brittes: Bueno, yo creo que desde que nací. Ya, mi canción de cuna era chamamé. Cuando tenía . . . las primeras memorias desde que tengo uso de razón de repente estar sentando y ver una acordeón blanca, gigante así, bonita. Y yo, estaba, estaban ocho horas tocando y yo estaba las ocho horas vidriado en esos instrumentos. Cuando tenía tres años, un tío político, no tío de sangre, sino, un amigo de mi papá, pero yo lo llamaba como de "tío" que fue un referente de la acordeón chamamecero, se llamó Fito Ledesma. Ellos estaban preparando para grabar un disco, entonces estaba la dupla vocal con las guitarras, un bandoneonista, y él con la acordeón. Y estaban grabando este ensayo. Y, de repente, estaban grabando así, y se escuchaba ‘klin, klin, klin.’ Y, cuando estaban escuchando, no?, ‘klin, klin, klin.’ Y dice, ‘A ver, ¡Fulano – tu guitarra!’ Aquel entonces era el dúo Pintos-Gamboa. ‘Gamboa – tu guitarra!’ [Brittes finge a tocar una guitarra con sus manos] Nada. Y dice que aparecí yo, con la guitarrita de lata y era yo que estaba molestando el ensayo. Ahí, ¿qué pasa? Él vio que quería ser músico. Y tuvo la grandeza de regalarme su primer acordeón, su primer acordeón. Esa acordeón, que voy a tocar esta noche es la que me acompaña hasta el día de hoy, fue el acordeón que él grabó para Cocomarola, que es el taita del chamamé, grabó tres músicas o cuatro, Se compuso unos de los clásicos de chamamé, como es “El Guazuncho” junto con Ernesto Montiel, otro de nuestros pilares, vamos a decir, he acompañado a Damasio Esquivel – en fin. Pero ¿qué pasó? Mi mamá no quería que sea músico. ¿Por qué? Porque, lógicamente, ella veía, no el sufrimiento, sino el trabajo que pasaban, las horas fuera de la familia, dedicarse a- arriesgar la vida en la ruta, y bueno, la bohemia, ¿no? Todo lo que viene junto con la música. Entonces, no quería que sea músico. Pero nosotros tenemos, hasta el día de hoy, algo en común con mi mamá – nos contamos los sueños. Entonces cuando tiene once años, preste para cumplir doce, yo soñe que estaba tocando un acordeón de oro. Y justamente estaba tocando ese tema, “El Guazuncho.” Cuando me levante le dije, ‘Mamá, tuve un sueño’ y le explique. Le explique – ‘yo quiero ser músico. Quiero ser músico, por favor. Vamos a sacar ese acordeón del armario y quiero estudiar.’ Y, me dice, ‘Bueno, ¿pero vas a estudiar?’ ‘Sí.’ ‘Bueno, ¿vas a estudiar en un conservatorio de música?’ ‘Sí.’ ‘Bueno. Voy a ver, si hablo con Fito Ledesma . . .’ Habló con él y le preguntó, quien me podía dar aula, clases, en Argentina, en Buenos Aires, sobre todo. Justamente, dio la casualidad, aparte de varios músicos que ya vivían en Buenos Aires, pero en ese momento vivía otro instrumentista que también marcó un antes y después en el chamamé, que se llamó Nini Flores y él fue mi primer profesor. Entonces a los doce años, paralelamente con el conservatorio de música que hice en el Juan Pérez en el aula, hacía clases de acordeón con Nini Flores. Entonces, de un lado yo tenía la música erudita, académica, y del otro tenía todo nuestro folklore, que me estaba abriendo las puertas para el mundo folklorico chamamecero. >> Doug Peach: Bueno, ¿cómo era chamamé en estos tiempos en Buenos Aires? ¿Era un género con un gran público o era más basado en Misiones y Corrientes y esta zona? ¿Era una música muy famosa, o popular, en estos tiempos? >> Alejandro Brittes: Claro, bueno, el chamamé pertenece a una macro región. El chamamé lo vamos a encontrar, no solo en Argentina, sino en otros países – como Brasil, Paraguay, tu lo vas a encontrar en Uruguay, en Chile, en Bolivia se toca. Pero, el fuerte es la Mesopotamia Argentina – Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Chaco, Santa Fe. Y, yo me crie en los bailes chamameceros. Yo ya era chico. Los domingos también mis viejos organizaban bailes para traer a los músicos también en esas turnês que hacían en los bailes. Entonces también me crie en los bailes. ¿Como es el público? Eran bailes llenos de gente que iba a reencontrarse con su idiosincrasia, a reencontrarse con sus comidas típicas, con su música, con sus artistas, con sus ídolos. Entonces, vos encontrás toda esa gente de todas esas provincias que te nombré, las encontrabas en los bailes. Había mucha juventud porque, claro, toda esa gente iba a trabajar a Buenos Aires. Entonces, el fin de semana, lo tenía para estar en los bailes y, bueno, disfrutar de bailar y de tenerse contacto con esa ritualidad que es el chamamé y poder elevarse con la música. >> Doug Peach: Bueno, hablemos sobre los primeros años de tu carrera musical. En 1992 grabaste un disco se llama Por La Senda Chamamecera cuando tenías quince años. Bastante impresionante, ¿no? >> Alejandro Brittes: Bueno, ¿qué pasó? En unos de estos bailes, que mi papá . . . los shows ¿cómo son allá? Va el conjunto, sube al escenario por media hora, baja, y se va otro baile. Sube al escenario, media hora, baja, y a otro baile. Entonces, recorría Capital Federal, y Gran Buenos Aires. Por ahí, en un fin de semana se hacían veinte shows. Bastante cansativo. ¿Qué pasó? En unos de esas vueltas, un conjunto tuvo un problema familiar. Unos de los integrantes, era Ortiz-Retamozo era el conjunto, no me acuerdo cuál de los dos, perdió la madre. Entonces, una semana antes, no iban a venir. Y, ahí mi viejo dijo, ‘¿Que hago ahora?’ Y fue a explicarles a los dueños a los diferentes bailes de que no podría cumplir con este compromiso. Y, ahí le dijeron, ‘bueno, tenés un hijo que toca acordeón.’ ‘Sí, pero recién está empezando, no sé qué . . .’ ‘No, no, no, traerlo, traerlo.’ Y, ahí, comencé, vamos debuté en los grandes bailes chamameceros, Ya en los grandes escenarios del chamamé, de este circuito. Y eso, vino, con el tiempo, un poco meses después, se hizo necesario ya tener un disco para ser pasado en las radios. Entonces, formé mi conjunto. En aquel entonces estaba Tajo Fontana en la guitarra, Leonardo Delgado en el bajo, y el dúo de los Hermanos Acosta en la dupla vocal, un dúo vocal. Entonces, bueno, se dio para grabar este disco y ahí comenzó >> Doug Peach: Buenísimo, quiero hablar sobre los años después de este disco porque en 2006 grabaste el disco en esa etapa de tu vida musical? ¿Qué era esa senda? >> Alejandro Brittes: Bueno, a ver. Tanto en la primaria como en el secundaria, estaba rodeado—vuelo a repetir, soy porteño, hijo de correntinos— estaba rodeado de mis compañeros, por ejemplo, que escuchan otro tipo de música. No había folkloristas. Hasta era. tipo una mala palabra hablar del folklore porque pasó un proceso en nuestro país cuando se libertó al pueblo para poder escuchar, para poder elegir lo que quiere escuchar, se dejó muy del lado el tango, el folklore se paró de escuchar. Entonces,mis compañeros, por ejemplo, escuchan a Michael Jackson, Madonna, Beatles, [Rolling] Stones, los grupos de rock que comenzaban a resurgir en Argentina fuerte. Y, en el secundario, estaba rodeado de mis compañeros, que estaban en el conservatorio, estaba que tocaba música clásica, estaba que tocaba tango, estaba que tocaba rock, Entonces, yo me tuve que, digamos, crear una coraza para poder sobrevivir esa llamita, ese fuego, que tenía adentro. Y quería que respetar lo máximo posible la idiosincrasia, la manera de pensar la música de mi pueblo, de mis padres, de mis abuelos. Ya en el 2006, ya maduro, y habiendo reafirmado quien soy, yo abrí esa coraza y abracé todos los estilos de música, grabe diferentes, como sesionista, grabe con diferentes artistas. Grabé rock con los Piojos, grabé cumbia con Antonio Ríos, grabé con Luisa Calcumil la música patagónica, grabé tango, grabé folklore, por mi filtro chamamecero, y devolviendo ese resultado, ese tercer producto vamos a decir así. Entonces, cuando le puse Por La Misma Senda, yo quería decir que a pesar de haber abierto esa coraza y de estar abierto a las influencias y que pasan por mi filtro, yo no deje de ser chamamecero. Sigo siendo lo mismo chamamecero, aquel mismo niño con que quince años empezó a grabar. Ahora ya con casi treinta años seguía intacto ese fuego chamamecero. Y, ya no era un fuego, era una llama. >> Doug Peach: En 1996, ganaste el premio Cosquín de oro, ¿no? Es un premio importante en Argentina. ¿Podés explicar a los espectadores qué es Cosquín? ¿Qué significa este premio? ¿Y, qué pasó con tu vida después de este honor? >> Alejandro Brittes: Bueno, Cosquín es el festival mayor de folklore de Latinoamérica, tal vez del mundo. Es un palco ícono donde pasaron todos los grandes artistas del folklore argentino y latinoamericano que te puedes imaginar, hasta del día de hoy está vigente. ¿Qué pasa? Arriesgué cuando, digamos, terminaron los bailes, no es que terminaron los bailes. Mi papá dejo de producir, de traer músicos. Él ya se sintió en una edad que, ‘no, voy a dejar para otros empresarios traer los músicos, así que pueden hacer.’ Y, yo me quede sin representante. [Brittes se ríe.] ¿Qué pasa? Decidí, ‘Bueno, ¿qué voy a hacer?’ Voy a empezar a caminar mi país. Y empecé a ir a los diferentes festivales a concursar. Gané Ramallo [Porá], yo gané Carlos Keen, gané un concurso intercolegial que hacía el diario La Nación. Y, Cosquín era la gran meta. Era tipo primer paso a arriesgarse. Entonces, ¿qué pasa? Hay subsedes en diferentes provincias y Capital Federal. Yo representé la subsede de Capital Federal. Fui hasta Cosquín a concursar. Entonces, los músicos concursan. No hay los músicos . . . y fue el primer año que fui solista instrumental, sin percusión, sin nada. Solo mi acordeón y yo. Bueno, hay mejor grupo vocal, mejor grupo de danza, varios rubros. Yo concursé creo contra ochenta músicos solistas de diferentes partes del país. Y bueno, gané. Tuve el galardón de ganar como solista instrumental en Cosquín. Como instrumentista fue el primer chamamecero de Argentina porque era transmitido en vivo, para todo el país. Estuve en un horario noble. Y, bueno, a partir de ahí, digamos que yo realmente me consideré profesional. Decía, ‘A partir de ahora, puedo decir que soy profesional. Y tengo ese aval de un jurado respetado que me dio ese galardón.’ Y partir de ahí, como decía, empecé a viajar por todo el país y, bueno, a tratar siempre mantener un nivel, vamos a decir, después de eso. >> Doug Peach: En 2010 había un cambio muy grande en tu vida porque te fuiste de Argentina. Fuiste a Porto Alegre, Brasil, donde vivís ahora, ¿no? ¿Qué cambios que has visto en tu vida musical con esta mudanza a otro país? >> Alejandro Brittes: Bueno, yo comencé a ir a Brasil en 2001. >> Doug Peach: 2001, perdón. >> Alejandro Brittes: No, empecé a ir. >> Doug Peach: Ok. >> Alejandro Brittes: Viviendo en Argentina, viviendo en Argentina, empecé a ir. En el 2010, yo decidí, digamos que, para ir a otros lugares y digo ‘qué […]? – mi base. para ir a otros lugares y digo ‘qué […]? – mi base. [Cambié] mi base en Buenos Aires para Porto Alegre. que también fue lo que hizo decidirme, ¿sí? Yo estoy casado con una gaúcha, con una brasileña y decidí para vivir allá. Y, ¿qué cambió? Primeramente, el idioma. Ahora no hablo bien ni español, ni portugués. [Brittes y Peach se ríen] Claro, empecé a rodearme de otros tipos de músicos porque, y otros tipos de músicas siendo que, compartimos, en muchos sentidos, la misma idiosincrasia porque vivo en Rio Grande do Sul que son gaúchos. Tienen el churrasco que es el asado, el chimarrão, maté, pilchas, vestimenta guacha, ellos son gaúchos, nosotros somos gauchos. Pero, piensan de otra manera a veces [con] la música. Y muchos estilos musicales compartimos la misma matriz ancestral, ¿sí? Aquel el chamamé, que es resultado positivo de unión de dos culturas que, por un lado, [es] nuestros pueblos originarios— como es el guaraní, muy presente en el sur de Brasil en Paraná, Santa Catarina, Mato Grosso do Sul, hasta São Paolo—y, el jesuita que trajo la música barroca, ¿sí? Entonces, a partir de esa unión, esa enculturación, surgió después el resultado positivo que es uno de los géneros, que es chamamé. Entonces, allá se toca chamamé. Pero ¿qué pasa? Ellos tienen otra percepción de la harmonía, por el idioma, por como son las rimas, las melodías cambian porque no riman lo mismo que español. ¿Entendés? Entonces van a rimar de otra manera. Entonces, la melodía tiene otros vuelcos. Y bueno, todo eso fui absorbiendo. Hoy por hoy, sigo siendo el mismo chamamecero— que está por la senda chamamecera— pero, tengo la posibilidad de colocar en mis músicas, en mi interpretación, ya influencias ya latinoamericanas, a nivel latino—es mundial, es podía decir, porque no solo folklore que escucho. Y, bueno, mis compañeros son gaúchos. Entonces, me dio el obligado a buscar compañeros que aprendan a tocar chamamé, a la usanza nuestra, me refiero a Argentina, para mantener esa identidad, pero ya vienen con otras influencias harmónicas, otras influencias melódicas, y realmente es un constante aprendizado. >> Doug Peach: Bueno, hablaste un poquito sobre el origen de chamamé, ¿no? Pero, publicaste un libro sobre . . . >> Alejandro Brittes: He publicado un libro con Magali de Rossi, que ella es historiadora, y yo desde mi experiencia musical de campo, vamos a decir, ¿no? Entonces, hemos publicado un libro que se llama A Origem do Chamamé, que es El Origen de Chamamé, que habla de todo este proceso ¿sí? de enculturación entre estas duas culturas lo occidental y nuestros pueblos originarios como es el guaraní, el pueblo guaraní. Y, bueno, hablamos de todo eso. De las características que nuestro género musical tiene dentro de la música—¿qué que tiene el guaraní?, ¿qué que tiene el barroco? Porque esto surgió a través de preguntas, ¿sí? ¿Por qué se baila en círculo ante horario? ¿Por qué la guitarra, decimos que golpe y no se digita? ¿Por qué escogemos el acordeón, el bandoneón? ¿Por qué cantan en dúo vocal— una voz aguda y otra grave? >> Doug Peach: ¿Por qué dicen sapucay? >> Alejandro Brittes: ¿Por qué existe sapucay? ¿Qué que es el sapucay? ¿En qué momento . . .? Entonces, fuimos a profundándonos tanto en el trabajo de campo, yendo a las aldeas guaraníes, conversando con ellos, viendo sus rituales, Leyendo los diarios, por ejemplo, Antonio Sepp, que fue unos de los padres jesuitas que fue y que enseño música en las misiones. Leyendo diferentes informaciones, rescatando información del Pai Julián Zini, de Pocho Roch, de Pinheiro, ¿sí? Y, bueno, fuimos juntando nuestra perspectiva tratando de responder esas preguntas ¿sí? que me las hago desde el escenario, ¿viste? ver eso, están en contacto. Entonces, más o menos en todo esto una manera antropológica, una manera simbólica, musicológica, etnomusicológica. Es un trabajo bastante profundo. >> Doug Peach: Hablaste un poquito sobre este movimiento de chamamé por otros países y en el mundo, ¿no? En 2012 , el chamamé fue reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad por UNESCO. Como músico, ¿qué cambios has visto en la música y la cultura chamamecera como resultado de esta designación? >> Alejandro Brittes: Como resultado de eso, primeramente, es un reconocimiento a todos esos artistas, pioneros, que dejaron sus casas, sean en Corrientes, en Misiones, en Chaco, en Formosa y fueron a Buenos Aires a trabajar o a tratar de vivir de la música. Muchos querían ingresar a las orquestas de tango, por ejemplo, como Isaco Abitbol. Y, esa gente que la peleó, que estaban en los caminos de tierra ¿sí? llevando, sufriendo, a veces, la discriminación lo que costó ponerle en una radio, en la televisión, y a esto tenés que sumar los poetas, bailarines, pintores, escultores— porque es todo, todo...que envuelve todo lo que es cultura . . . se me fue la palabra. ... Y, primero eso. ¿Sí? Esa gente que luchó. Ya es para nosotros que estamos en la activa, es un reconocimiento que nos da un aval para poder estar orgulloso de eso. Y, va a ser también un aval para las generaciones que vengan y abrazan este género y sigan mostrándolo por dónde sea. Desde este aval, nos podemos comunicar y identificar con otros géneros musicales del mundo, ¿sí? Porque también esto abre la curiosidad de otros partes del mundo. Hoy, estoy aquí, por ejemplo, trayendo este género. Y, bueno, es un poco eso. La verdad que está buenísimo ese reconocimiento. Y, también, ahora es de todos. Es tuyo, es mío, es de los que están aquí, es de todos, el chamamé es de todos. No es una exclusividad de Argentina o de Corrientes, sino es de todo el mundo. >> Doug Peach: Bueno, no voy a hacer un sapucay esta noche, perdón . . . [Peach se ríe.] >> Alejandro Brittes: Claro que lo vas a hacer, claro que lo vas a hacer porque las frecuencias que manejamos, las frecuencias de lo que hablamos en el libro, te van a provocar algo. Y el sapucay es, para nosotros, es una reacción eléctrica. Cuando estamos hablando de la metafísica ¿no? la física. Cuando ya el celebro no tiene reacción para darle el cuerpo explota. ¡Boom! Y esto es el sapucay. Ya es, no se pide el sapucay, el sapucay sale espontáneamente. >> Doug Peach: Entiendo. Tenés un disco nuevo, que se llama L(este). ¿Cuál es la idea de este disco y qué podemos escuchar en este disco nuevo? >> Alejandro Brittes: Bueno, el álbum L(este) es un disco que he grabado—L(este) quiere decir ‘este’ en español, ‘leste’ en portugués. Es un disco que he grabado con la Orquesta Cámara Barroca. Digamos que es el chamamé ... volviendo a musicalidad de algunos de sus orígenes. Chamamé tiene características del barroco, aparte de los guaraníes, pero el barroco, por ejemplo, chamamé es tonal, nosotros tenemos una manera de trabajar el bajo continuo, herencia de la técnica musical que heredamos el barroco y después fue pasando oralmente generación tras generación. Digamos que volvemos a unos de nuestros padres ¿sí? Entonces son músicas nuestras, música autoral. Hemos grabado dos músicas de Zipoli, de Domenico Zipoli, que fue un padre también jesuita que componía, que está enterrado en Córdoba ¿sí? Y, que componía en las reducciones y sus composiciones, hemos grabado dos de ellas. Y, aparte música es nuestras, que fueron adaptadas nuestros arreglos, fueron adaptadas para las músicas, para la orquesta de cámara barroca. Este fue el trabajo de Fernando Cordella, el maestro Fernando Cordella, que también agregó unos arreglos propios dentro de esa musicalidad, que resultado lindo, lindo. Entonces, tiene esa Orquestra Cámara Barroca, que tiene clave, tiene oboe, tiene viola de gamba, tiene violoncelo, tiene primer y segundo violin. Y, el acordión, el contrabajo y la guitarra de siete cuerdas, y percusión. Entonces, fue unión, un crossover, fue resultado de esto. >> Doug Peach: Buenísimo, tengo muchas ganas de escucharlo. Has tocado con un montón de grupos en formaciones diferentes, ¿no? Pero, tenés un cuarteto acá esta noche para el concierto. ¿Quiénes son los músicos que te acompañan y por qué elegiste ellos para tocar en tu grupo? >> Alejandro Brittes: Bueno, te contaba que cuando fui a Brasil, tuve que formar músicos para que hablemos, de alguna manera, el mismo idioma. Y, fue natural, porque chamamé también se toca en Brasil ¿sí? Y, lo sienten de la misma manera. Entonces, cuando llegué, la primera persona que contacté fue André Ely. André Ely me acompaña hasta el día de hoy, Ya hace trece años que tocamos juntos. Él es gaúcho, él es de Lajeado [RS, Brasil] ¿sí? Un gran compañero. Y bueno, estoy eternamente grato por estar siempre, como mi mano derecha, vamos a decir. En el contrabajo está Carlos de Césaro, un músico maravilloso que acompaña a diferentes artistas gaúchos ¿sí? Y, es un genio. Sabe muchísimo de música y todo tiempo esta aprendiendo algo nuevo, así como con André, también. Y, Carlos de Césaro está a cargo del contrabajo y del bajo y él es de Pelotas, también de Rio Grande do Sul, gaúcho. Y, tenemos la participación especial de Charlise Bandeira. Charlise Bandeira que es flautista, ella es de Rio Grande. También es una música maravillosa, aparte de la presencia de la mujer gaúcha y representando también a todas las mujeres folkloristas chamameceras, que están presente desde los primordios de la música. Porque, en la cultura guaraní, hay instrumentos que son de las mujeres, exclusivametne ¿no? Por ejemplo, el takuapú, que es un instrumento de percusión que tiene un contacto con la tierra ¿sí? Se canta agudo, para llegar al universo. Entonces... Entonces, es muy importante la presencia de Charlise en esta gira. >> Doug Peach: Buenísimo, una pregunta más. Si los espectadores quieren saber más de tu música y tus conciertos ¿a dónde pueden encontrarte por internet? >> Alejandro Brittes: Bueno, tenemos nuestra página web. Estamos en Spotify, estamos en YouTube, estamos en Instagram, Facebook, Twitter, entonces como Alejandro Brittes, me pueden encontrar en todas esas plataformas. >> Doug Peach: Perfecto. Bueno, Alejandro, mil gracias por la charla de hoy y por estar con nosotros. Tenemos muchas ganas de escucharte esta noche. >> Alejandro Brittes: Bueno, muchísimas gracias, Douglas. Muchísimas gracias a ustedes por acompañarnos, ustedes que están atrás de todo este trabajo. Gracias por recibirnos. Para nosotros va a ser una noche memorable. Lo voy a llevar en mi corazón Lo voy a llevar en mi corazón. Y poder compartir, que es lo más importante. Compartir y sentirnos hermanos. >> Doug Peach: Perfecto, buenísimo. Gracias, Alejandro. We’d like to thank everyone for listening to today’s conversation with Alejandro Brittes. Just as a reminder, the translation and transcript of today’s interview will be available on the YouTube page of the Library of Congress and also the blog for the American Folklife Center called Folklife Today. Just go there and search for Alejandro Brittes. That is B-R-I-T-T-E-S. Thank you so much for tuning in. This is Doug Peach, Folklife Specialist at the American Folklife Center at the Library of Congress. Until next time.